El cambio metodológico

Que existe un nuevo paradigma educativo, a estas alturas ya nadie lo discute. De hecho participar en este foro demuestra que creemos en ello. Que el cambio haya venido derivado de la inclusión de las TIC en la educación o simplemente de los cambios sociales, puede ser más o menos discutible. Es un hecho, sin embargo, que la Sociedad de la Información ha propiciado cambios globales que inevitablemente han empujado a los modelos educativos hacia la inmersión de las TIC en las aulas y por ende a una actualización de los mismos.



Como ya sabemos, introducir la web 2.0 en el proceso de aprendizaje de los jóvenes es más que "poner ordenadores en el aula", supone nuevas formas de afrontar la metodología y el desarrollo de los currículos. Los viejos métodos, por sí solos ya no sirven y es necesaria una vuelta de todos los aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los docentes deben hacer nuevos planteamientos para acoger en sus aulas el "nuevo aprendizaje", donde el alumno ya no es mero sujeto pasivo, sino colaborador y constructor de un aprendizaje común para toda la clase. El profesor ya no es emisor, sino colaborador escéptico que hace preguntas, que modera, selecciona y enseña a seleccionar información y, finalmente, ayuda a desarrollar el espíritu crítico del alumno en pos de la generación de su propio conocimiento.

El trabajo colaborativo, la comunicación, la desaparición de los espacios y los tiempos, el e-learning, buscan su sitio en las nuevas metodologías educativas, no para revolucionarlo todo sino buscando una convivencia entre los modelos antiguos válidos y los nuevos siguiendo el ejemplo del "blended learning".

La evaluación no puede quedar atrás en este progreso. Nuevos métodos exigen nuevos instrumentos de evaluación, acordes con las posibilidades y exigencias de una educación actual.
Ante esta situación, nos encontramos con una heterogénea tipología de docentes, que aplican viejos y nuevos métodos a los mismos alumnos simultáneamente.

Las distintas velocidades de adaptación de profesorado, alumnado y familias, amén de la excesiva prudencia de administraciones y editoriales presenta una situación nunca antes experimentada. Estamos experimentando un cambio desde la base, son los profesores desde su aula quienes han tomado las riendas del cambio adaptándose y adaptando sus currículos, en algunos casos hasta el límite de lo posible, para poner en práctica líneas pedagógicas que no siendo tan novedosas, encuentran en las TIC la herramienta perfecta para su desarrollo.

Este hecho provoca interrogantes inevitables pero necesarios para reflexionar sobre el mejor camino para abordar cambios tan importantes:

• ¿Deben actualizar todos los docentes su metodología, o dejar que cada uno evolucione individualmente?

• ¿Cómo debe un claustro acometer un cambio metodológico de esta magnitud?

• ¿Quién debe proponerlo, debe partir de la dirección del centro educativo? ¿De los profesores innovadores? ¿De la administración educativa? ¿De la propia formación del profesorado?

Como podéis comprobar el cambio metodológico está ahí, pero las dudas son muchas y de la claridad de ideas dependerá el desarrollo de ese cambio en cada centro y por extensión en cada sistema, y cómo no el futuro de nuestros alumnos y su desarrollo personal futuro. ¿Cómo lo estáis abordando en vuestro centro? ¿Qué ayudas o cambios fuera de vuestro alcance echáis de menos?
Esperamos vuestra participación!