¿Quién ha liderado la revolución egipcia?

Si los fenómenos revolucionarios de siglos pasados se distinguían por la aparición de fuertes liderazgos que encabezaban los movimientos, tanto en el plano de la acción como en el intelectual, en este siglo el liderazgo recae en los pueblos. Los casos de Túnez y Egipto son buenos ejemplos de un liderazgo compartido por la ciudadanía. ¿Y qué relación tiene esto con la coordinación TIC?

Hay otra característica clave en estas revoluciones, el uso de las redes sociales como aglutinador y elemento de difusión. Esto ha convertido la revolución en algo espontáneo, y por tanto impredecible. ¿Estaban preparados los servicios de información de los estados para esta nueva realidad?

En la XXV edición de la ceremonia de entrega de los premios Goya de cine, el presidente de la Academia, Alex de la Iglesia, en relación con la actual crisis de la industria española del cine, dijo en su discurso: “Quiero decir claramente que no tenemos miedo a Internet, porque Internet es, precisamente, la salvación de nuestro cine. Sólo ganaremos al futuro si somos nosotros los que cambiamos, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un nuevo modelo de mercado que tenga en cuenta a todos los implicados”. ¿Está preparada la industria del cine para los nuevos desafíos que provoca Internet?

¿Y la Escuela?, ¿está la escuela preparada para este escenario? Un escenario que ya no es el futuro, es el presente de nuestra sociedad, es la vida cotidiana de nuestro alumnado. La Escuela no puede quedar ajena a este fenómeno, necesita cambiar e innovar. ¿Y qué papel jugamos nosotras y nosotros desde la coordinación TIC?

Evidentemente no está a nuestro alcance cambiar la escuela, pero sí contribuir a ese cambio. Cuando hablamos de la coordinación TIC siempre surgen los mismos miedos, los mismos problemas. Es cierto que es imprescindible identificar las dificultades, para fijar objetivos e intentar solventarlas, pero no podemos quedarnos en ellas. Hay que ir más allá. En ese sentido, se propone el liderazgo, buscando la transformación del centro, sabiendo hacia donde caminamos, desarrollando un proyecto que encaje con el actual escenario TIC. Pero ¿qué proyecto TIC? No se trata sólo de usar ordenadores e Internet, se trata de crear escenarios de aprendizaje abiertos y cooperativos. No olvidemos, que la finalidad no son las TIC, sino el aprendizaje del alumnado. Y por supuesto, no puede ser una empresa individual de un líder, de la persona que coordina las TIC, ha de ser un liderazgo compartido que implique a toda la comunidad, como ocurre con los fenómenos sociales actuales.

¿Y todo esto es posible? No debemos caer en objetivos demasiado ambiciosos o poco realistas que terminen agotando y desilusionando, sino objetivos realizables y contextualizados a la realidad de nuestro centro. ¿Y por dónde empezamos para promover el liderazgo TIC? Lo mejor es conocer otras experiencias, buenas prácticas de otro profesorado, de otros centros, y a partir de ahí, cada uno deberá encontrar su camino, con su gente, con su centro, en su contexto. Para empezar te proponemos algunas ideas:

• ¿Empezamos por contar lo que hacemos?, ¿y si abrimos nuestras aulas y compartimos experiencias?, ¿intercambiamos las programaciones?, ¿nos sentiremos más acompañados?, ¿lo contamos en la blogosfera?
• ¿Cómo podemos ayudar al profesorado que empieza?, ¿apadrinamos a las compañeras y compañeros que se inician en el uso educativo de las TIC?
• ¿Estamos solos en las labores técnicas?, ¿quién sabe resolver problemas informáticos en el CEIP Walabonso?
• ¿Cómo podemos implicar a la comunidad?, ¿necesitas ayuda en tu aula?, ¿abrimos el aula a la comunidad?, ¿conoces las comunidades de aprendizaje?

¿Y tú?, ¿nos aportas alguna experiencia que conozcas?, ¿y alguna de tu centro?, ¿si participaste en la experiencia cómo fueron los resultados?, ¿qué cambios se produjeron?